Es un tratamiento capilar inspirado en los aceites y técnicas tradicionales de Marruecos, que generalmente incluyen ingredientes como el aceite de argán, conocido por sus propiedades nutritivas y reparadoras para el cabello. Este tratamiento suele enfocarse en reparar cabellos dañados, hidratarlos profundamente y dejarlos suaves y manejables, a la vez que reduce el frizz y aporta brillo. Los tratamientos marroquíes como este a menudo se utilizan para cabellos secos, dañados o encrespados, ya que el aceite de argán es rico en vitamina E y ácidos grasos esenciales, lo que lo convierte en un excelente hidratante natural.